Estreno casa y ¡carnet de residente!
Hola amigos, ¿qué tal va todo?
Ya hemos empezado el curso todos, eh, tanto allí con los coles, las extraescolares... como aquí, claro. Pero por aquí está siendo un periodo intenso y difícil, para no perder la costumbre. Pero con
cosas buenas y cargadas de esperanza.
En las cosas prácticas, os cuento que, tras muchos avatares, conseguí que instalaran un sistema alternativo de depósito de agua con una bomba para subir el agua al sistema antiguo y se distribuya por la casa. Tardamos bastante (esto bajo mi perspectiva de europea, claro), pero hacia el 20 de septiembre logré tener agua corriente… Y lo mejor es que la dueña de la casa se hace cargo de los gastos (yo lo he pagado, pero lo vamos a ir descontando de las mensualidades, así que genial). Hoy ha llegado la cama para el cuarto de invitados; todavía faltan algunos detalles, pero me lo voy a tomar con calma y respirar un poco después de tanta presión y agobios. Ya he decidido que el jardín se queda para el año que viene, no doy para más ahora…
La otra buena noticia es que por fin he recibido mi carnet de residente, el 24 de septiembre me lo entregaron. Claro que antes del 18 de noviembre tengo que renovarlo. Espero que esta vez, vaya un poco mejor.
En cuanto al refuerzo estamos parados, los jóvenes han dejado de venir, los líderes están ocupados con la política (este domingo son las elecciones) y no les preocupa lo más mínimo la situación, y cuando les pregunto, su respuesta es que los indígenas son así, comienzan, pero después se cansan y lo dejan, nada más. Yo tengo claro que no puedo luchar contra los elementos, pero voy a intentar organizar algunas actividades para no perderlos del todo. Esta mañana habíamos quedado porque me habían llamado para que les ayudara con unas tareas de la escuela… Yo quería organizar un video fórum sobre las elecciones y lo que supone votar. El tiempo se ha echado encima y creo que lo dejaré para la segunda ronda… En fin, el refuerzo como tal, acabó, pero quiero seguir manteniendo el contacto y hacer que los lazos y la relación siga.
A mediados de septiembre participé en una reunión de la comisión del sello Unicef. Aquí salieron muchos temas, y cómo no, tuvimos tiempo para tratar cuestiones de violencia de género que se encuentran muy enraizadas en las comunidades indígenas, así como en toda la región en general. Las mujeres jóvenes incluso huyen de muchas aldeas para no seguir soportando determinado tipo de vejaciones. Este va a ser uno de los grandes problemas al que nos vamos a enfrentar: los líderes indígenas de la ciudad
son todos hombres y las personas que los apoyan y trabajan más estrechamente con ellos, también lo son. Para ellos, la violencia contra las mujeres está muy normalizada y es más importante salvaguardar el nombre los pueblos indígenas que cualquier otra cosa. La cuestión es que para nosotras violencia no es cultura y no se pueden continuar a consentir estas prácticas.
Darcy Marubo, en sus funciones como secretario de asuntos indígenas, quiere organizar un seminario para presentar el trabajo del censo indígena a las instituciones públicas de Atalaya e incluso, algunas de fuera, y necesita apoyo financiero. El seminario tendrá lugar en noviembre, asistiré y aportaremos, en nombre de la diócesis, una pequeña cantidad de dinero para apoyar el evento, tal y como pensaba hacer desde el comienzo.
En cuanto a la Red de Enfrentamiento a la trata de personas, en Atalaya seguimos teniendo problemas para reforzar el núcleo con gente que participe regularmente de las reuniones. Pero seguimos trabajando. La hermana Marta se va a incorporar más activamente e incluso va a venir a las reuniones que se realizan en otras ciudades (veremos si es verdad, pero es una buena noticia). Nos han invitado a participar en el consejo municipal de asistencia social, yo voy a ser la representante titular en el consejo y la hermana Marta la suplente, creo que es importante estar en estos espacios para conocer lo que pasa en Atalaya y poder sumar. AMANPEJ también tiene una representación, así que estaremos apoyadas.
El sábado pasado llegó a la diócesis un javeriano italiano con 50 años de experiencia en el Brasil. Los últimos cuatro años los ha pasado en Italia y acaba de ser liberado con la idea de venir aquí. Algunos javerianos opinan que es muy mayor para esta experiencia, pero él dice que si no hay jóvenes que quieran venir, él está dispuesto y puede hacer lo mismo aquí que en otro lugar. Yo estaba en Tabatinga porque fui al encuentro en Leticia de la Red de enfrentamiento a la trata de personas, así que el lunes pensábamos venirnos juntos. La lluvia lo impidió, pero el martes conseguimos llegar a Atalaya. Desde ya os digo que es un amor de persona, muy sencillo, tranquilo, sensible a las personas… un verdadero regalo para mí y para Atalaya.
Y eso que, como siempre, no se lo hemos puesto fácil. Cuando llegamos el martes, nos comunican que esa madrugada, mi panadero, el señor Antonio, ha asesinado a un joven drogodependiente de 20 años, que por lo visto le había robado varias veces, cansado ya de la situación, la última vez le advirtió que se volvía, le mataría. Y así fue. Os ahorro los detalles espeluznantes, pero comenzamos nuestro tour por la ciudad con la visita a la casa del difunto, donde pese a ser una familia evangélica, rezamos unos salmos y bendijo el cuerpo, algo que la familia agradeció. Al día siguiente, entre otras paradas, fuimos a la comisaría para visitar al señor Antonio; al no ser familia, según las normas, tienen que pasar quince días para poder verle, así que, repetiremos en dos semanas.
El jueves paseando por otra periferia, la zona de los puentes, nos encontramos con otro velatorio, también entramos, esta vez no nos acogieron, pero igualmente rezamos un poco por el alma del difunto (otro hombre joven drogodependiente al que parece ser que se le paró el corazón después de una dosis).
De momento lo dejo aquí. Además, seguro que muchos de vosotros ya habéis tenido oportunidad de ver a Chusa y Yolanda y os habrán contado aventuras de aquí. Cuidaros mucho, muchos besos y buen mes misionero.
