Comienza el Mundial! Y estoy por animar a Brasil...

¡Tres días de fiesta si Brasil gana el Mundial!

Imaginaros. No puedo contaros mucho porque la vida se ha parado debido al mundial de futbol. Si antes me parecía que en España se exageraba con ese deporte, no os podéis hacer una idea aquí. Los días en que juega la selección brasileña son facultativos (festivos, vamos, porque en las administraciones públicas trabaja quien quiere, en realidad nadie). Todo el mundo está alrededor de una pantalla, incluso las hermanas. Y el día que el partido coincidió con el horario de refuerzo, Adriana me informó que iba a estar yo sola con los jóvenes. En realidad, no vino ninguno. Es como una fiebre. Todo el mundo tiene una camiseta de la selección (guarripé, no la oficial, pero es todo un negocio), las calles están decoradas con emblemas de la selección y demás. La vida se paraliza por el futbol, las oficinas no abren, las escuelas sin clase, el banco cerrado, las tiendas chapadas… y después del partido, al ganar Brasil, organizan un desfile medio improvisado, se juntan en un punto y la gente va recorriendo las calles principales de la ciudad (por lo menos pasan por la mía) con los coches y las motos pitando y aclamando a la selección. Y me he enterado que, si gana la selección el mundial, serán tres días festivos para todo el país. Vamos, que estoy hasta por animarlos yo… Una verdadera lástima.

En cuanto a los temas de los indígenas, seguimos con el refuerzo, aunque han empezado a faltar algunos, ahora la media es de 4 o 5. Las primeras que han fallado han sido las tres chicas que estaban desde el comienzo, las del año pasado, una de ellas tuvo que acompañar a su hermana en una visita al área indígena (es pedagoga en la Secretaría Municipal de Educación, iba en un viaje de trabajo y no había más hombres, así que su hermana pequeña la acompañó para su seguridad y contar con otra presencia femenina; no me preguntéis pero aquí eso es normal y necesario, nadie lo discute); lo curioso es que las otras dos tampoco han venido durante este tiempo, parece ser que las tres o nada. Ahora estamos en una semana de receso en las escuelas, pero espero que cuando recomencemos la semana que viene, vuelvan.

En este tiempo, Adriana, una de las hermanas de la diócesis, y yo hemos comenzado a visitar las casas de los nuevos marubos del refuerzo. Es genial y agradezco mucho la disponibilidad de Adriana para hacer estas visitas. Yo sola no lo hubiera hecho, no es lo mismo. Todo el mundo está muy agradecido y nos pide que volvamos. Para ella también supone un choque, llegar a una casa y sentarse en el suelo porque no hay ni una silla ni un banco… O hacer la visita sin luz porque la tarde anterior les cortaran la electricidad por falta de pago y no tienen dinero… La está ayudando a cuestionarse algunas cosas de la presencia de las hermanas en Atalaya.

Del próximo mes, dejaré que sean Chusa, Yolanda o Betty quienes os cuenten nuestras andanzas por aquí.

Cuidaros mucho y disfrutar del calor y del verano.